En este mes de febrero, mes del Seminario oremos intensivamente por las vocaciones
Padre Bueno, dueño de la mies, escucha la oración de tus hijos.
Concédenos muchas y muy santas vocaciones sacerdotales, consagradas y laicales, garantía de vitalidad para el porvenir de tu Iglesia.
Haz que los sacerdotes, los consagrados y los laicos seamos testimonio de caridad por nuestra total entrega a ti y a nuestro prójimo.
Danos a todos sabiduría para descubrir tu llamado y generosidad para responder con prontitud.
Que María, Madre de la Iglesia, modelo de toda vocación, interceda por nosotros y nos ayude a decir “Sí ” al Señor que nos llama a colaborar en el designio divino de salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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