MARÍA MADRE DE DIOS

descargaHemos contemplado muchas veces a María con el Niño en sus brazos, pues la piedad cristiana ha plasmado de mil formas diferentes la festividad que hoy celebramos: La Maternidad de María, el hecho central que ilumina toda la vida de la Virgen y fundamento de todos los privilegios con que Dios quiso adornarla. Hoy alabamos y damos gracias a Dios Padre porque María concibió Único Hijo por obra y gracia del Espíritu Santo, y, sin perder la gloria de su virginidad, derramo sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo nuestro Señor.

Santa María es la Señora llena de gracia y de virtudes, concebida sin pecado, que es Madre de Dios y Madre nuestra, y esta en los cielos en cuerpo y alma.

La Iglesia nos enseña que María ocupa, después de Cristo, el lugar mas alto y mas cercano a nosotros, en razón de su Maternidad Divina.

Nuestra Madre Santísima es un título que damos frecuentemente a la Virgen, y que nos es especialmente querido y consolador. Ella es verdaderamente madre nuestra, porque nos engendra continuamente a la vida sobrenatural.

Jesús nos dios a María madre nuestra en el momento en que en la cruz clavado dirige a María estas palabras: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu Madre. Jesús nos mira a cada uno: He ahí a tu madre, nos dice. Juan la cogió con cariño y cuido de ella con extremada delicadeza, la introduce en su casa, en su vida.

Una invitación dirigida a todos los cristianos para que pongamos a María también en nuestras vidas. María quiere ciertamente que la invoquemos que nos acerquemos a Ella con confianza, que apelemos a su maternidad, pidiéndole que se manifieste como nuestra Madre.

Al darnos Cristo a su Madre por Madre nuestra manifiesta el Amor a los suyos hasta el fin. Ella ha influido de una manera decisiva en nuestra vida. Cada uno tiene su propia experiencia. Mirando hacia atrás vemos su intervención detrás de cada dificultad para sacarnos adelante.

La Virgen cumple su misión de madre de los hombres intercediendo constantemente por ellos cerca de sus hijos. Ella con amor maternal se encarga de alcanzarnos gracias ordinarias y extraordinarias aumenta nuestra unión con Cristo.  Es fácil llegar a Dios a través de su Madre.

Con esta solemnidad de nuestra Señora comenzamos un nuevo año. En verdad no puede haber mejor comienzo del año y de todos los días de nuestra vida, que estando muy cerca de la Virgen. A ella nos dirigimos con confianza filial para que nos ayude a vivir santamente cada día del año; en las manos de la Virgen ponemos los deseos de identificarnos con Cristo. Repitamos con mas fuerza su nombre cuando las dificultades arrecien. Y ella que esta siempre pendiente de sus hijos cuando oiga su nombre en nuestros labios vendrá con prisa a socorrernos.

Cuando digamos Madre Mía sintamos como nos acoge y nos anima a vivir este año que Dios nos regala, con la confianza de quien se sabe protegido y ayudado desde el Cielo.

Hablar con Dios (Francisco Fernández Carvajal)

Author: nsdelcarmen c

Share This Post On