VENCE LA INDIFERENCIA Y CONQUISTA LA PAZ
La Jornada Mundial de la Paz 01 de enero de 2016 “Vence la indiferencia y conquista la paz” 1.Dios no es indiferente. A Dios le importa la humanidad, Dios no la abandona. Al comienzo del nuevo año, quisiera acompañar con esta profunda convicción los mejores deseos de abundantes bendiciones y de paz, en el signo de la esperanza, para el futuro de cada hombre y cada mujer, de cada familia, pueblo y nación del mundo, así como para los...
NAVIDAD SIN MARCHA ATRÁS
Que esta Navidad te siga… En los pies que no descansan, ni en el lodo ni en el cielo. En aquellos que, no andando, pisan sin retroceder. En los que yendo descalzos abren brechas en el suelo, para que el alma camine hasta llegar a Belén. Que esta Navidad te mire… En las caras de esa gente que, sobre la confusión y la amargura, la orfandad y el ajetreo que cargan, dejan caer, como rocío, el resplandor del niño Dios. Que esta Navidad te...
IV DOMINGO DE ADVIENTO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,39-45 En aquellos días, María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi...
III DOMINGO DE ADVIENTO
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,10-18): En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «¿Entonces, qué hacemos?» Él contestó: «El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.» Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: «Maestro, ¿qué hacemos nosotros?» Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido.» Unos militares le preguntaron: «¿Qué...
SANTA MARÍA DE GUADALUPE, RUEGA POR NOSOTROS
Frío estaba diciembre, casi invierno cuando Juan Diego al Tepeyac subía aquella mañanita de aquel día en que lo ungió tu corazón materno. Le hablaste por su nombre con el tierno acento de tu voz que es melodía, le llenaste la sangre de alegría y fuiste ¡Primavera de invierno! -Juanito, Juan Dieguito, le dijiste Soy la Madre de Dios, del Dios Viviente; quiero ser el consuelo para el triste en este suelo que amorosa piso y...
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